HALLAZGOS:

A través de la indagación pertinente y un barrido con Cámara Termográfica, encontramos deficiencias relacionadas a la puerta de acceso al área y su manipulación:

1. Por descuido del personal la puerta se quedaba abierta por periodos mayores a dos horas.

2. La puerta era muy pesada para su apertura manual.

3. La falta de automatización y las deficiencias en los sellos perimetrales, ocasionaban pérdida de frío.

4. Había bloqueos por formación de hielo debido a la condensación y transferencia de temperatura.

5. Un golpe en la puerta con montacargas había ocasionado un desnivel.

ESTRATEGIA:

Reemplazar la puerta existente, por una puerta rápida de congelación; automatizada y con variadores de frecuencia que ayudan a reducir los picos altos de consumo de energía, dando un arranque suave y constante.

PROCESO:

Realizamos el cambio de puerta de forma ágil y con todas las precauciones para no comprometer la refrigeración de la zona. Tras la instalación, dimos la capacitación pertinente al personal que opera la puerta, mostrándoles las características claves:

1. Programación de cierre automático a través de radares de movimiento.

2. Cortina insulada con aislante térmico para generar un sello hermético que evite la transferencia de temperatura y condensación.

3. Implementación de resistencias calefactoras para evitar la formación de hielo y el bloqueo.

4. Sin componentes rígidos, lo cual la vuelve segura para el personal que la opera.

5. Auto-reparable, la puerta se reinserta en sus guías en caso de algún golpe.

RESULTADOS:

La operación mejoró radicalmente, eliminando de manera inmediata la problemática. Los evaporadores libres de hielo de la puerta ayudaron a mantener la eficiencia energética y ofrecieron a los equipos de refrigeración un mejor entorno para trabajar (requiriendo menos mantenimiento).

Finalmente demostramos que el costo beneficio de la puerta tendría un retorno de inversión de 2 años.